jueves, 22 de marzo de 2012

Modelo de sociedad de progreso o de retroceso

Nuestro país, España, está soportando desde hace tres meses una presión política y económica que tiende a modificar casi integralmente el modelo social y democrático que ha venido funcionando a lo largo de los últimos 34 años. La argumentación viene dada por la crisis global que azota a Europa y a España pero tiene tintes ideológicos que no se corresponden exclusivamente con el intento de salir de la crisis. Las reformas que está aplicando el gobierno del PP del Presidente Rajoy no favorecen el crecimiento productivo ni económico ni por tanto la creación de empleo que tanto pregonan. Al contrario, esta forma de gobernar lleva al enquistamiento y retroceso en los niveles de recuperación de nuestra economía acompañado de un empobrecimiento social y ciudadano.  La crisis afecta igualmente a otros países de Europa algunos con gobiernos de tinte conservador que desarrollan planes de ajuste para enfrentarla pero no retroceden en el modelo democrático de derechos sociales porque saben que llevan al fracaso como colectivo humano. La crisis y la recesión no desaparecen recortando en inversión educativa y sanitaria. Tampoco desincentivando la integración laboral de la mujer propiciando las condiciones para que tengan que seguir eligiendo entre ser madres o trabajadoras; mandando cargar contra los estudiantes por defender sus derechos con la excusa de que son ellos los provocadores; cercenando el desarrollo de políticas sociales que son factores decisivos de redistribución de la riqueza y de un nuevo modelo productivo; aplicando reformas laborales que no son instrumentos útiles de creación de empleo.
Y todo ello apoyándose en decretos y leyes que  hacen desaparecer el trabajo conjunto de personas de pensamiento diverso a lo largo de muchos años y convirtiendo en unos meses a nuestro país en una sociedad a imagen y semejanza de unos pocos, muy pocos, que por su tradición, conservadurismo o por seguir queriendo ostentar privilegios casi feudales que no caben en un estado democrático, no comparten el ideario social colectivo de la sociedad española del siglo XXI. Pido respeto para la ciudadanía, para esa mayoría que acude a las urnas a refrendar el poder político que simbolizamos todos y todas. No se puede usar la mayoría política para someter los derechos democráticos adquiridos. Por ello, la huelga del día 29 de marzo tiene una dimensión que va más allá de la reivindicación laboral. Afecta por igual a los trabajadores, jóvenes, mujeres, mayores….Reivindicamos una forma de vida, de libertad individual y colectiva, de pensamiento, en fin de un modelo social a nivel de estado que no admite retrocesos.
Termino haciendo referencia a unos versos de Calderón de la Barca  “…que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” Esperemos despertar pronto de esta pesadilla.
Pilar Jiménez Hernández
Portavoz adjunta Grupo Municipal Socialista
Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid

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